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Las mujeres han irrumpido con fuerza en un deporte tradicionalmente masculino: el skateboarding, o monopatinaje, como se le llama en España.
La historia de Valeria Kechichian es la de una mujer de cuarenta años que encontró en el skate una tabla de salvación para disfrutar, sanar y ayudar a los demás. Cofundadora de una comunidad de mujeres skaters, cuyos videos y fotografías no tardaron en hacerse virales. Hoy tienen más de 150.000 seguidores en redes sociales y comunidades en más de 60 países. Desde 2017, a través de una ONG, ayudan a romper prejuicios con la ayuda del patín.
Las mujeres han irrumpido con fuerza en un deporte tradicionalmente masculino: el skateboarding, o monopatinaje, como se le llama en España. Para llegar a este boom las mujeres han tenido que romper muchos estereotipos y trabajar frente a la discriminación. Crear comunidad ha sido clave para dar alas e inspirar a muchas niñas y mujeres a practicar este deporte.